http://www.wikio.es

MAS DE 100 MOTIVOS PARA ESTAR VIVOS

La EP y Yo.- Diario de una amistad no deseada.

El autor de este diario soy yo, Vicent Ibañez y Mas ( Vicent Marro i Xest ) de Benissa, y afectado por la enfermedad de Parkinson.
Haré esto porque soy un exhibicionista?.
No, creo que el entretenimiento intel•lectual, y el placer de hacer lo que a mí me gusta, leer, escribir, será una terapia para luchar, o mejor, para convivir con el enfermedad de Parkinson, y que en lo sucesivo llamaremos EP.
Te invito a seguirme en mi recorrido vital.
Intentaré ser, ameno, práctico y veraz.
No sere lacrimógeno y morboso.
Pretendo ofrecer un espacio de reflexión serio, lo cual no quiere decir, que no vaya a poner todo mi interés para hacer pasar una bueno rato a mis seguidores.
Cualquiera critica será agradecida.
Que os divirtais.

(Para la lectura de este Diario, se tendrá en cuenta que cada entrada es un capitulo, y que las mismas están ordenadas de antigua al actual, siendo el actual la primera que se visualiza).

lunes, 14 de mayo de 2012

VEINTIUNO.- La EP y YO. Reunión de amigos VII – Grupo Apropa´t.

12 de mayo de 2012. Puerto de Catarroja.  Valencia.



No fue muy difícil poner de acuerdo a los ocho, no. La tímida propuesta de Vicente Santonja en la última reunión, la VI, se tramitó por la vía de urgencia.
La concentración general se acordó fuera en la pastelería de Tomas. Bueno, de Tomas no es, esta frente a la casa de Tomas. Y así fue. Bueno, con algún retraso por parte de alguno.
Los retrasos e impuntualidades  son patentes en muchas ocasiones. Nuestra lentitud o estado off - on,  condiciona y puede llegara incomodar a los que están cerca de nosotros.
Nosotros entendemos esos y otros estados, por eso, no hay nada que reprochar.
El puerto de Catarroja es un canal para el llenado de los campos de arroz, por el que transitan las barcas que pescan, realizan paseos o compiten en el lago. En la punta del canal se encuentra el  embarcadero, con mucha actividad a esas horas de la mañana. Llegué con suficiente antelación como para poder observar la actividad de la fauna del canal.

Veo a los paisanos que están preparando la barca con vela latina. Hoy tienen competición. Tenemos pues, espectáculo.
Cuando aparecen los siete, me alegro, y presiento que será un día fabuloso.
Pepe se ha encargado de que Nico esté con su barca a punto. Y viene pertrechado de pan, tortilla de patatas, ajo aceite, mojama, melva, tomate, cerveza, coca-cola, platos, vasos … café … de todo.  En medio de La Albufera, con una tranquilidad y quietud impresionante, Nico vara la barca atándola a una caña hincada en el fango de la laguna. Damos buena cuenta de la oferta gastronómica del experto. Un lujo que pocos se dan, pero que, mira por donde, yo estoy disfrutando sin haberlo imaginado nunca.

 
Cuando subíamos a la barca, yo fui el último. No, Nico fue el último. Yo iba detrás de Víctor. No había observado antes que llevaba una guitarra, no se hizo evidente porque la llevaba en su funda y yo de guitarras más bien entiendo poco.
Y la guitarra y Víctor fueron la sensación del día. Ordenadas alfabéticamente y casi como si fuera el You Tube, tenia la canción que pidieras. Rasgueando la guitarra y entonando canciones, más o menos conocidas, para unos cincuentones que ya hace tiempo que no ensayan. Cada uno recordó su reciente tiempo pasado, y cada uno participó en aquella canción que ahora y entonces le provoco sentimientos, deseos y ternuras casi olvidadas.
La comida, el arroz a banda y el “all i pebre” del restaurante “La Primitiva” dieron el toque final a un día, al que ninguna terapia puede sustituir.

 
Estimados, si alguien al otro lado del Apropa´t quiere probarlo, hágalo, le resultara una experiencia gratificante para mente y cuerpo.
No se, pero si yo tengo que organizar una, esto va a parecer las olimpiadas, la ultima siempre es la mejor y difícil de superar.
La próxima la organizo yo, amigos.