Articulo copiado del periodico EL PAIS - 28.01.2014
Michael J. Fox se ha inspirado en su experiencia en la comedia que abandera.
Andrea Aguilar Nueva York
En la ceremonia de entrega de los Globos de Oro, una cadena estadounidense citó como “dato curioso” que el actor Michael J. Fox
padece la enfermedad de párkinson. El revuelo no se hizo esperar y ha
ido acompañado de varias notas pidiendo excusas. Lo cierto es que el
protagonista de Regreso al futuro, de finos rasgos aniñados y
buenas dotes para la comedia, cuya actuación en la serie Enredos de
familia en los ochenta le convirtió en una de las estrellas más queridas
y populares de EE UU y de medio mundo, ha batallado desde hace más de una década con esta enfermedad. Creó una fundación, escribió varios libros y este otoño, 14 años después de que se viese forzado a abandonar la serie Spin City
por su salud, J. Fox ha regresado a la pequeña pantalla con una comedia
familiar que también transcurre en las calles de Nueva York y que lleva
en el título su propio nombre: El show de Michael J. Fox, que emite los miércoles (21.00) Canal + Series.
En la ceremonia de entrega de los Globos de Oro, una cadena estadounidense citó como “dato curioso” que el actor Michael J. Fox
padece la enfermedad de párkinson. El revuelo no se hizo esperar y ha
ido acompañado de varias notas pidiendo excusas. Lo cierto es que el
protagonista de Regreso al futuro, de finos rasgos aniñados y
buenas dotes para la comedia, cuya actuación en la serie Enredos de
familia en los ochenta le convirtió en una de las estrellas más queridas
y populares de EE UU y de medio mundo, ha batallado desde hace más de una década con esta enfermedad. Creó una fundación, escribió varios libros y este otoño, 14 años después de que se viese forzado a abandonar la serie Spin City
por su salud, J. Fox ha regresado a la pequeña pantalla con una comedia
familiar que también transcurre en las calles de Nueva York y que lleva
en el título su propio nombre: El show de Michael J. Fox, que emite los miércoles (21.00) Canal + Series.
El párkinson no es un “dato curioso”, sino una pieza central en la trama de esta comedia en la que el álter ego del actor es el presentador del noticiero más popular de Nueva York, Mike Henry, enfermo de párkinson que decide regresar a las ondas, para alivio de su familia. “Hacer un reality me parecía demasiado, yo no soy Kardashian”, bromeaba el actor recientemente en los estudios Silvercup, donde se han rodado gran parte de los 22 episodios de la primera temporada.
Allí se encuentra la fiel recreación de los estudios del informativo y del apartamento del Upper West Side donde reside la ficticia familia Henry. “Hay ciertos paralelismos con mi vida familiar: esa actitud que tiene mi esposa, el hijo que abandona la universidad o la angustia adolescente de la niña de la serie como la de mis dos hijas gemelas, que escuchan todo excepto cuando deciden no oír absolutamente nada”, explicaba. Vestido con un vaquero, blazer y jersey gris marengo, la fragilidad física no ha frenado su determinación para seguir adelante. “Quise que el personaje no fuese un actor sino un periodista, alguien que tuviera cierta fama dentro de su comunidad para poder añadir parte de mi experiencia personal, en la que la serie está inspirada. De alguna manera queda reflejada mi visión de lo que significa tener párkinson y a eso he añadido humor”, apuntaba. Al trillado formato de serie cómica familiar se añade esta vez un factor real, y un tipo de comedia que esquiva estereotipos y aporta un ángulo de normalidad a una devastadora enfermedad.
El trabajo de Michael J. Fox en los últimos años en otras series como The good wife o Curb your enthusiasm le hizo plantearse lanzar este nuevo proyecto, en el que quería abordar un lado más cómico que dramático del párkinson, y permitir que un público amplio conectara con la historia. Por eso, la serie también aborda otras dinámicas familiares que van más allá, como la relación de un adolescente (el hijo mayor del personaje) con una treintañera.
Un factor fundamental fue la elección del reparto (“tenía que ser gente que pudiera pasar seis meses dedicada al rodaje”, decía J. Fox), en el que se encuentran el veterano actor afroamericano Wendell Price, que participó en The wire y que no oculta su admiración por su viejo amigo. “Es impresionante verle cómo reúne fuerzas y se tira a actuar con todo lo que lleva dentro”, señala Price. “A veces se te olvida que el suyo es un punto de vista muy marcado y concreto. Una enfermedad crónica no tiene por qué ocupar totalmente tu vida. ¿Qué sentido tiene plantar batalla si no disfrutas de la vida?”.
La esposa de J. Fox en la serie es Betsy Brandt, que después de Breaking bad decidió dar un giro y apostar por la comedia. “Me encanta el personaje porque es muy real y ella no es perfecta en absoluto. Con Michael crecí viéndole en televisión y me parece increíble estar trabajando a su lado”, señalaba. “Cuando me preguntan cómo fluye la cosa con alguien que padece esa condición, en mi cabeza me asalta una duda: ¿qué condición? ¿La médica o sus increíbles dotes para la comedia? Es un hombre con una gran confianza en sí mismo y extremadamente amable, la suya es una combinación muy poco común”.
El párkinson no es un “dato curioso”, sino una pieza central en la trama de esta comedia en la que el álter ego del actor es el presentador del noticiero más popular de Nueva York, Mike Henry, enfermo de párkinson que decide regresar a las ondas, para alivio de su familia. “Hacer un reality me parecía demasiado, yo no soy Kardashian”, bromeaba el actor recientemente en los estudios Silvercup, donde se han rodado gran parte de los 22 episodios de la primera temporada.
Allí se encuentra la fiel recreación de los estudios del informativo y del apartamento del Upper West Side donde reside la ficticia familia Henry. “Hay ciertos paralelismos con mi vida familiar: esa actitud que tiene mi esposa, el hijo que abandona la universidad o la angustia adolescente de la niña de la serie como la de mis dos hijas gemelas, que escuchan todo excepto cuando deciden no oír absolutamente nada”, explicaba. Vestido con un vaquero, blazer y jersey gris marengo, la fragilidad física no ha frenado su determinación para seguir adelante. “Quise que el personaje no fuese un actor sino un periodista, alguien que tuviera cierta fama dentro de su comunidad para poder añadir parte de mi experiencia personal, en la que la serie está inspirada. De alguna manera queda reflejada mi visión de lo que significa tener párkinson y a eso he añadido humor”, apuntaba. Al trillado formato de serie cómica familiar se añade esta vez un factor real, y un tipo de comedia que esquiva estereotipos y aporta un ángulo de normalidad a una devastadora enfermedad.
El trabajo de Michael J. Fox en los últimos años en otras series como The good wife o Curb your enthusiasm le hizo plantearse lanzar este nuevo proyecto, en el que quería abordar un lado más cómico que dramático del párkinson, y permitir que un público amplio conectara con la historia. Por eso, la serie también aborda otras dinámicas familiares que van más allá, como la relación de un adolescente (el hijo mayor del personaje) con una treintañera.
Un factor fundamental fue la elección del reparto (“tenía que ser gente que pudiera pasar seis meses dedicada al rodaje”, decía J. Fox), en el que se encuentran el veterano actor afroamericano Wendell Price, que participó en The wire y que no oculta su admiración por su viejo amigo. “Es impresionante verle cómo reúne fuerzas y se tira a actuar con todo lo que lleva dentro”, señala Price. “A veces se te olvida que el suyo es un punto de vista muy marcado y concreto. Una enfermedad crónica no tiene por qué ocupar totalmente tu vida. ¿Qué sentido tiene plantar batalla si no disfrutas de la vida?”.
La esposa de J. Fox en la serie es Betsy Brandt, que después de Breaking bad decidió dar un giro y apostar por la comedia. “Me encanta el personaje porque es muy real y ella no es perfecta en absoluto. Con Michael crecí viéndole en televisión y me parece increíble estar trabajando a su lado”, señalaba. “Cuando me preguntan cómo fluye la cosa con alguien que padece esa condición, en mi cabeza me asalta una duda: ¿qué condición? ¿La médica o sus increíbles dotes para la comedia? Es un hombre con una gran confianza en sí mismo y extremadamente amable, la suya es una combinación muy poco común”.